Torreciudad es un santuario mariano, un lugar para honrar a la Virgen, que derrocha sus gracias y devuelve la alegría, fruto de una experiencia personal de renovación interior. Bajo esta advocación, la Virgen muestra su cercanía a las realidades cotidianas de las personas y de las familias, atendiendo con generosidad sus peticiones desde hace más de diez siglos.
Se encuentra a 24 km. de Barbastro (Huesca, España), un lugar en el que, desde el siglo XI, los cristianos han venerado a Santa María bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad. La imagen de la Virgen es una talla románica de gran belleza y serenidad en la que el Niño se muestra sentado sobre las rodillas de su Madre como en un trono. Situado en un paraje con gran atractivo natural, se conserva una torre de vigilancia de la época árabe que da nombre al conjunto: turris civitatis, torre-de-la-ciudad. Junto a ella se alza sobre unos riscos la ermita, construida sobre los vestigios medievales.


Una devoción milenaria
La imagen de la Virgen de Torreciudad es una talla románica protagonista de una devoción verdaderamente secular: durante más de nueve siglos, generación tras generación, ha recibido la visita en peregrinación, en su ermita junto al río Cinca, de los vecinos de los alrededores, que le han confiado sus alegrías y penas, han pedido por sus necesidades y le han agradecido favores y gracias.
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La talla de la Virgen de Torreciudad
por Manuel Gonzalez-Simancas