El matrimonio Jennifer y Diglio junto a sus hijos han vivido unos días muy especiales en Torreciudad, acompañados de otras familias originarias de varios lugares del mundo: Nigeria, Abu Dhabi, Canadá, Italia, Estados Unidos… Con ellas han compartido tiempo y proyectos, y nos han dejado el testimonio de su experiencia aquí:
«Estos días en Torreciudad han sido una experiencia enriquecedora en todos los sentidos: descanso para el cuerpo, formación para la mente y renovación para el alma. Mientras los niños disfrutaban de actividades pensadas especialmente para ellos, los padres profundizábamos en nuestro crecimiento personal y espiritual, dentro de un ambiente de fe, alegría y encuentro.
Al participar en los actos del santuario, hemos podido reconectar con lo esencial, fortalecer nuestro vínculo con Dios y vivir más cerca de Nuestra Madre, quien ha estado presente en cada momento con su ternura y su guía. Hemos compartido ilusiones, preocupaciones y proyectos con otras familias, formando lazos duraderos utilizando un lenguaje común: nuestras mentes, a través del inglés, y nuestros corazones, a través del amor fraterno, descubriendo que no estamos solos en el camino, que hay comunidad, esperanza y un futuro que se construye paso a paso, con amor y entrega.
Ha sido un tiempo de gracia y alegría que nos ha dejado huella profunda y que nos impulsa a seguir creciendo juntos, con la mirada en lo alto y el corazón bien arraigado en lo que realmente importa».