Irene y José Alberto viven en Jerez de la Frontera (Cádiz). Hoy han pasado el día en Torreciudad con sus hijos, y han querido dejarnos un testimonio de agradecimiento a la Virgen. Su sexto hijo, Chema, vivió tres días, y califican ese breve espacio de tiempo como «regalo». Esta es su experiencia de fe y su reacción cristiana ante una realidad que, sin visión sobrenatural, es muy difícil de acoger:
«Soñad y os quedaréis cortos», son palabras de san Josemaría que resuenan siempre en el corazón de nuestra familia. Hemos venido a dar gracias a la Virgen de Torreciudad por el regalo de los ocho meses de embarazo y tres días de vida de Chema, nuestro sexto hijo. Durante ese tiempo, todos juntos, en familia, pudimos sentir, conocer, bautizar, abrazar, besar…
Chema era un bebé etiquetado desde el principio por los médicos como «incompatible con la vida», pero resultó que tenía una misión muy grande: enseñó a tantos que le negaban la vida que no vale más la existencia de quien tiene más minutos, horas, días o años de duración; o la de quien más sabe, más tiene, más hace, más títulos posee… La vida vale infinitamente por sí misma, y Chema tuvo la gran misión de enseñarnos a todos a AMAR SIN MEDIDA.
Agradecemos la presencia en nuestro camino de tantas personas maravillosas que nos han ayudado y sostenido con sus oraciones, puestas por la Madre de Dios, estamos convencidos.
Juntos en familia continuamos la aventura de transmitir con mucha alegría esa preciosa misión, y damos este testimonio a jóvenes y adultos. Hoy le hemos pedido a la Virgen de Torreciudad que esta labor siga dando muchos frutos en todos los corazones.
Irene y José Alberto
