Mayo es el mes en el que muchas familias esperan para celebrar la recepción de algún sacramento de un familiar. También es el mes en el que todos recuerdan a su madre, el día 10, y las flores son el regalo más frecuente de los hijos para agasajar a quien les dio la vida. El Santo Padre Benedicto XVI también acaba de referirse a estas fechas, a los fieles presentes en la Plaza de san Pedro, como es habitual tras el rezo del Ángelus: “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. Os invito a que, teniendo presente la llamada a la conversión que Jesús nos dirige hoy en el Evangelio, pidamos a la Virgen María que interceda por nosotros ante su Hijo para que, siguiendo el ejemplo de los Apóstoles, podamos responder también nosotros con generosidad a nuestra vocación cristiana y dar frutos abundantes de santidad. ¡Feliz domingo!”.
Precisamente por esto, Torreciudad vive estas semanas redescubriendo al peregrino el papel de la que es «Madre y Maestra» de todos los creyentes, la Santísima Virgen María.
¿QUÉ HACER EN TORRECIUDAD ESTE MES?
Se invita a todos los devotos a peregrinar hasta el santuario para ofrecerle romerías, ramos de flores, una vela o participando en los encuentros y jornadas marianas que se organizan cada fin de semana.
1. Ofrecimiento de flores a la Virgen: Es el mejor regalo que podemos hacerle a la Virgen, bien depositándolas en la Ermita de Torreciudad (S. XI) o en el nuevo santuario. A la Virgen le gusta que se le lleven flores porque es una manera que tenemos las personas para decirle a alguien que la queremos mucho. Para dar solemnidad a la ofrenda, las familias pueden solicitar la presencia de alguno de los sacerdotes que atiende a los peregrinos para rezar juntos una oración.
2. Rezo del Rosario desde el Crucero: Cada sábado y domingo los peregrinos rezan, a las 17h., el Santo Rosario andando en procesión, desde el Crucero situado en la carretera a un kilómetro, hasta el interior del santuario. Desde el primer misterio –la Anunciación del Señor- hasta la coronación de la madre de Dios, la meditación del Rosario nos ayuda a profundizar en las virtudes que la Virgen.
3. Meditar ante los cuatro Misterios del Rosario: El sacerdote Antonio María Ramírez acaba de publicar un libro en que hace partícipe a los peregrinos de sus ratos de meditación y consideraciones a través de las escenas del Santo Rosario. La obra, de fácil y ágil lectura, se estructura en las cuatro partes que reúnen cada uno de los cinco misterios de gozo, luz, dolor y gloria. Además, los devotos disponen de otros libros marianos escritos por autores diversos, en la oficina de información.
4. Recordar y honrar la Virgen en los encuentros y jornadas marianas.