Hoy se ha colocado al final del camino del Via Crucis, tras la 14ª y última estación, un crucero en piedra obra de José Antonio Pérez, cantero gallego. Fue encargado en 2003 por Juan Carlos Vázquez-Dodero de Bonifaz, y la familia Vázquez-Dodero Rodríguez lo ha donado a Torreciudad para que ayude a rezar a los peregrinos que concluyen la meditación de las estaciones del Via Crucis. En su base pueden leerse los versos de un soneto compuesto por José Luis, el abuelo de la familia, dedicado a Jesús en la cruz:
Soneto a Cristo crucificado
Deja que beba con mis labios puros,
(puros porque tu Amor los ha limpiado),
de esa fuente que mana los seguros
torrentes con que inunda tu costado.
Deja que rompa los atroces muros
que de ti me separan: mis pecados.
Y que tu luz alumbre los oscuros
caminos hasta ahora transitados.
Déjame ciego con tu sangre pura
y que no vea más si a ti no veo;
clávame tus espinas en la hondura
del corazón, y trueca mi deseo.
¡Levántame, Señor, hasta tu altura
y ten piedad de mí porque en ti creo!
José Luis Vázquez-Dodero (1945)


