El sábado 16 de agosto el quinteto “El Trovar” protagonizó la segunda actuación del Ciclo Internacional de Órgano de Torreciudad con un repertorio de obras del Barroco italiano en el que se mostraron con frecuencia los rasgos místicos de los compositores elegidos por el grupo.
Los zaragozanos Carolina V. Pimpinela (flautas de pico), Sergio Franco (violín), Juan Bernués (violín), Laura Lafuente (violoncello) y Saskia Roures (continuo) forman el quinteto “El Trovar”, que destaca por apoyar sus interpretaciones en una sólida investigación sobre las fuentes, su contexto temporal y el uso de instrumentos de época.
Además, procura mover los sentimientos del oyente buscando composiciones poco divulgadas entre el gran público. Un ejemplo cercano de este trabajo es la recuperación e interpretación en 2007 del manuscrito de arias napolitanas del siglo XVIII procedente del Archivo de los Barones de Valdeolivos para la Fundación Ernest Lluch y el Ayuntamiento de Fonz. De hecho, entre los asistentes se encontraba Enrique Badía, responsable del mencionado archivo. También asistió el presidente de la Audiencia Provincial de Huesca, Santiago Serena, y el director del centro de la UNED en Barbastro, Carlos Gómez.
El concierto de ayer reflejó con claridad el planteamiento musical de “El Trovar”. El Settecento italiano tuvo la oportunidad de escucharse de la mano de autores poco interpretados como Cima, Bassano, Monteverdi o Rognoni, en los que resonaba la influencia del gran Palestrina, maestro renacentista de música religiosa. Con elegancia y firme cadencia, los intérpretes alternaron piezas vibrantes de rápida ejecución con otras envolventes de tono místico. En ambos casos destacó la meticulosidad en la atención a la partitura y la pulcritud en el estilo, con adornos y cadencias ensambladas con brillantez entre los cinco instrumentos.
Del conjunto de la actuación cabría destacar alguna obra más intimista, de gran lirismo, como el dúo de celo y órgano de Bassano Pulchra es amica mea, y especialmente comentada por el público, la obra de Falconieri Battalla de Barabaso yerno de Satanas, una lucha entre el bien y el mal plasmada a través de los instrumentos, con momentos desgarradores como ese “lamento” largo, contenido, del cello. Los violines sonaron unas veces brillantes, otras oscuros, “rasgando” las cuerdas; también la flauta jugó con sonidos limpios, claros, cristalinos, frente a otros tapados y roncos. Todo ello con el continuo (órgano positivo) de fondo, muy pulcro y preciso.
El musicólogo Álvaro Torrente destacó “la madurez de estos jóvenes músicos españoles, una muestra clara del alto nivel que estamos logrando en nuestro país”. Saskia Roures resumió los sentimientos del grupo al terminar la actuación: “la costumbre de no aplaudir entre pieza y pieza al tratarse de un santuario me ha sorprendido, pero luego he comprobado que se ha creado un clima de atención muy especial en el público. Eso nos ha ayudado mucho a mantener el nivel de concentración y de emoción en la ejecución. Yo personalmente he disfrutado muchísimo tocando hoy”.
El siguiente concierto del ciclo se celebrará el próximo viernes, 22 de agosto, a las 19:00 h. Actuarán Daniel Ibáñez, violista, y Maite Aranzabal, organista titular de Torreciudad. Ibáñez nació en Larraga (Navarra), es sobrino del prolífico compositor Jesús María Muneta y actualmente es viola de la orquesta del Teatro de Darmstadt (Alemania). Aranzabal es natural de San Sebastián, y su formación está vinculada a grandes maestros del órgano como Montserrat Torrent (España), Michel Bouvard (Francia), Martin Strohhacker (Alemania) y Guido Iotti (Italia). El repertorio preparado recorre los siglos XIX y XX con una especial atención al compositor navarro Iturralde (n. 1929).