Como viene siendo costumbre en los últimos veinte años, el primer día de mayo está protagonizado por los jóvenes, que son los primeros romeros en llegar a rezar a la Virgen en el mes que la Iglesia tradicionalmente dedica a María.
La presencia de unos 1.500 estudiantes procedentes de varios campus universitarios, mayormente de Aragón, Cataluña, Valencia, Madrid, Navarra y País Vasco, desbordó todas los pronósticos previstos, logrando un llenazo total tanto de la explanada como del interior del santuario.
Algunos de ellos que ya habían llegado el día anterior, subieron por la noche logrando que se les abriera las puertas del santuario para rondar a la Virgen con canciones de tuna universitaria.
Por la mañana, los participantes empezaron la jornada asistiendo a la concelebración de una Eucarístia presidida por el rector, Javier Mora-Figueroa, acompañado de media docena de capellanes universitarios. La Misa estuvo solemnizada por la Coral Delicias de Zaragoza junto con la organista de Torreciudad.
Al mediodía, a pesar de la persistente lluvía, los jóvenes continuaron la jornada en animadas comidas de convivencia en los alrededores del santuario. Ya por la tarde, numerosos voluntuarios se disputaron las andas para llevar las la imagen peregrina de la Virgen de Torreciudad, seguidos de una larga procesión que recorría la explanada del recinto rezando los misterios del Santo Rosario. La bendición con el Santísimo Sacramento y una meditación ante el retablo pusieron punto y final a una nueva edición de la Romería de los Estudiantes.
Antes de partir, no faltaron los que dejaron encendidas velas ante la Virgen morena, momento en el que más de uno seguro que musitó clemencia ante los inminentes pruebas finales del curso. Muchos de los grupos habían aprovechado el largo fin de semana para estudiar y visitar lugares de interés artístico y paisajístico cercanos al santuario como Alquezar, Roda de Isábena, Aínsa, Ordesa y Barbastro.