Fue depositada en Torreciudad el 5 de noviembre del año 2000, acompañada por el fervor y el cariño de un numeroso grupo de devotos de Nuestra Señora.
INFORMACIÓN SOBRE ESTA ADVOCACIÓN
Nuestra Señora de Sales es una de las llamadas Mare de Déu trobades (encontradas), cuya fiesta se celebra el 8 de septiembre. Fue hallada por un labrador llamado Andrés Sales el 14 de febrero de 1361. De ahí el nombre de su advocación, caso realmente excepcional. El relato de esta imagen comenzó, o tenemos noticias de su inicio, el 14 de febrero de 1361 cuando Andrés Sales, que era un agricultor honradísimo y muy piadoso, encontró la imagen de la virgen enterrada en su campo mientras lo labraba con unas mulas. Cuenta la historia un tocayo y descendiente suyo, llamado de la misma forma, Andrés Sales, a quién he tenido la oportunidad de entrevistar para este proyecto en Sueca, que su antepasado estaba arando el campo y tropezó con lo que el pensó que era una piedra y la apartó, la tiró a una profunda acequia que pasaba por allí y siguió labrando. Más tarde volvió a tropezar con la misma piedra a la que, de nuevo, por segunda vez, arrojó a la acequia. Su sorpresa fue máxima cuando volvió a tropezar con la piedra por tercera vez y su asombro aumentó cuando vio que las mulas se postraban en el suelo y no querían levantarse.
Entonces, el agricultor, muy asombrado ante el hecho, cogió la piedra y la llevó a la acequia para lavarla y verla bien. En ese momento se dio cuenta que había estado tropezando varias veces con una imagen de piedra de la Virgen María y corrió al pueblo a contárselo a todos lo que allí vivían. La encontró en el mismo lugar en el que en esos momentos se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Sales ya que recibe el nombre del apellido de la persona que la encontró. Dos años más tarde, el 23 de marzo de 1363, se pidió la licencia a la iglesia para poder construir una iglesia o una ermita para adorar a la Virgen de Sales que desde ese momento se convertiría en la patrona de Sueca, documento que todavía se conserva y al que hace referencia en su libro un párroco local, llamado de la misma forma, Andrés Sales.