Peregrinos de las localidades alicantinas de Aspe y Hondón trajeron esta imagen el 10 de julio de 2000.
INFORMACIÓN SOBRE ESTA ADVOCACIÓN
La Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, conocida como “La Columna”, aunque también como “La casica de la Virgen”, es un pequeño edificio de planta cuadrada construido en el año 1896 por el maestro de obras del Ayuntamiento aspense José Pastor Atart. Se encuentra en el inicio del camino viejo de Hondón de las Nieves, en su confluencia con la carretera que une Aspe con La Romana. Su uso se restringe a custodiar la imagen de la patrona, Nuestra Señora de las Nieves, a su llegada a la localidad cada 3 de agosto de año par tras la romería de “La Traída”, mientras las camareras de la Virgen la preparan para iniciar la Procesión de Entrada. Juan Pedro Asencio Calatayud, el que fuera durante muchos años, Cronista Oficial de la Villa de Aspe y Director de Publicaciones del Patronato “Virgen de las Nieves” hizo una recopilación de una serie de artículos que denominó: Noticias y documentos sobre la sagrada tradición que los pueblos de Aspe y Hondón le profesan a su venerada Patrona la Virgen Santísima de las Nieves. Entre los artículos que relaciona el de “La Sagrada Tradición de Nuestra Señora de las Nieves, Patrona de Aspe y Hondón” nos resume el origen de estas Fiestas, que por su interés pasamos a transcribir: “La sagrada tradición de la Virgen de las Nieves venerada en Aspe y Hondón, pueblos de su patronazgo, supone una de las tradiciones marianas más sugestiva no sólo de nuestra diócesis, sino de España”.
La veneración de la Imagen de la “Serranica”, como popularmente es llamada por sus fervorosos hijos de ambos pueblos, se remonta al siglo XV, y hasta nuestros días ha supuesto una larga y rica historia de sucesos, anécdotas, prodigios e incluso a veces enfrentamientos, pues época hubo en que Hondón y Aspe rivalizaron por ser únicos beneficiarios del patronazgo de tan amada Madre, María de las Nieves. El origen de la Imagen de la Virgen de las Nieves, que se venera en las poblaciones de Hondón y Aspe, posee una singular y piadosa tradición oral que se ha transmitido, de generación en generación, durante cerca de seis siglos. Supone una pequeña crónica eminentemente popular. Nació del pueblo y vive en el pueblo. Los eruditos la han plasmado en bellas páginas literarias y los poetas han hecho de su relato un verdadero romance épico-religioso.