Multitud de romerías familiares se suceden durante estas semanas en el santuario, que se constituye en meta de peregrinaciones muy diversas. Desde que el pasado mes de noviembre el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, invitara a los fieles y amigos del Opus Dei a agradecer con un ‘Año mariano’ el XXV aniversario de la fecha en que el Opus Dei fue erigido en Prelatura personal y el 80º aniversario de la fundación de la Obra, cientos de personas y familias han peregrinado hasta el santuario en acción de gracias y rezar por sus intenciones a Ntra. Sra. de Torreciudad. Con este motivo, el rector del santuario mariano, Javier Mora-Figueroa, mantiene la invitación que ya realizó el pasado año, a los fieles que deseen a sumarse con especial fervor a este tiempo Mariano, “meses de gran intensidad y fervor en el centro de peregrinaciones”.
En concreto, Mora-Figueroa ha vuelto a alentar a las familias a “no dejar pasar un año de gracias” como éste “sin hacer alguna romería para encomendarse a Nuestra Señora”, al estar convencido de que “significará en cada peregrino un indudable renacimiento espiritual”. Con tal fin, el rector anotaba de manera concreta su compromiso de impulsar la devoción del Santo Rosario en familia, “a ser posible, diariamente”. En este sentido, “el rezo del rosario -puntualizaba- traerá a cada uno la fuerza para vivir íntegramente su vida cristiana, seguro de que su rezo en familia contribuirá además a restituir en los hogares el ambiente cristiano que los tiempos actuales les arrebata”.
Mediadora de todas las gracias
Finalmente, el rector señalaba que la Virgen intercedería ante su Hijo por cada visitante, mediante la participación en los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía: “Son éstas las fuentes de las que cada uno debe sacar la energía necesaria para realizar su misión en la Iglesia y en el mundo, según el imperativo que la Virgen repite también en esta fase de la historia: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 5)”. Por su parte, el Prelado del Opus ha peregrinado recientemente a rezar en dos santuarios de la Virgen: “El día 1 fui a Loreto, donde las autoridades han dedicado a San Josemaría un camino peatonal que conduce a la Santa Casa; el trayecto está flanqueado por las estaciones del Viacrucis, junto a las que figuran algunos textos de nuestro Fundador. El día 8, sábado, viajé a Fátima. Había llegado a Lisboa la víspera, para pasar unas horas con vuestras hermanas y vuestros hermanos portugueses, como procuro hacer algunos fines de semana mediante viajes rápidos. Muchos recuerdos pasaron por mi memoria; concretamente, cómo en los dos lugares —en momentos difíciles— San Josemaría rezó con sus hijas y con sus hijos de todos los tiempos. En más de una ocasión repetía que había experimentado el peso y la estupenda alegría de la caridad con todas y con todos”.