Cerca de cuatrocientos rumanos católicos residentes en nuestro país peregrinaron, el domingo 27, hasta el santuario de Torreciudad para conmemorar la IIª Jornada Mariana de Familias de Rumania, acompañados de otros compatriotas ortodoxos que, precisamente ese día también iniciaban la celebración de su Pascua. Un fuerte y sonoro volteo de campanas, a 25m de altura sobre la torre del santuario, daba la bienvenida a los asistentes llegados en su mayoría de ciudades como Madrid, Lérida, Huesca, Zaragoza así como de localidades cercanas, al tiempo que desfilaban en larga procesión por la explanada del santuario encabezada por un grupo de jóvenes portando los iconos de la Virgen más veneradas de su país.
La peregrinación ha estado presidida por los presbíteros Burca Adrian, Antal Sergio y Budau Pau, dependientes de las sedes eclesiásticas rumanas de Roman y Bacau -en el caso de los dos últimos- y que en la actualidad viven en nuestro país para atender a las numerosas comunidades de compatriotas suyos emigrados desde Rumanía y que se han asentado en núcleos pertenecientes a las diócesis de Lérida, Madrid y Zaragoza, Tras la concelebración eucarística, repleta de himnos y canciones de larga tradición, el grupo ha compartido mesa y mantel durante un almuerzo campestre en los alrededores del templo mariano, momento en el que los más jóvenes han danzado al son de canciones de base popular.
Testimonios
Según Adria, natural de Adjud, ha sido la primera vez desde que llegó a España, que participa en una peregrinación como la de hoy: “Nos hemos quedado muy sorprendidos, España tiene muchos lugares para visitar y Torreciudad es uno de estos sitios; hemos tenido la suerte de poder celebrar una peregrinación como las que solemos hacer en nuestra tierra”. A punto de cumplir 39 años, emigró de su tierra hace ocho, acompañado de su mujer Claudia y de su dos hijos, ahora con 17 y 11 años. Desde entonces siempre han residido en Madrid, donde él trabaja en la construcción y ella en un comercio. Por su parte, Claudia dice que han sido pocas horas pero muy intensas y llenas de recuerdos, “de cuando íbamos a la iglesia de nuestro pueblo acompañados del resto de la familia, de mi padre… es algo que se te queda muy dentro”, dice con la voz entrecortada por la emoción. Como otros muchos compatriotas que les acompañan en el viaje, no dejan de pensar en el día que podrán regresar a Rumanía. Mientras tanto, se alegran de participar en peregrinaciones parecidas a las de hoy “con las que conservar y expresar nuestra identidad cultural, lingüística y religiosa”, comenta Adria poco antes de subirse al autobús que le llevará de vuelta a su casa de Madrid.
Peregrinación Internacional de Gitanos
Paralelamente a la jornada del domingo, el sábado 26, unas doscientas familias gitanas participaron en la IV Peregrinación Internacional del Pueblo Gitano a Barbastro-Torreciudad, enmarcada en los actos conmemorativos del XI Aniversario de la beatificación de Ceferino Giménez Malla “El Pelé”, primer santo de etnia gitana. Entre los asistentes, una reducida representación familiar del beato Pelé participó por la mañana en la Eucaristía, al margen de la población de gitanos a quienes su religión (Iglesia de Filadelfia) les impide la asistencia a actos católicos.