El domingo posterior a la festividad de la Asunción de María se celebra la fiesta de la Virgen de Torreciudad. Este año ha sido presidida por el obispo de Barbastro-Monzón, mons. Ángel Pérez Pueyo, que ha concelebrado la eucaristía con sus vicarios Ángel Noguero, José Mairal y Francisco Cabrero, además del vicario del Opus Dei en España, Ignacio Barrera, y el rector de Torreciudad, Ángel Lasheras, entre otros sacerdotes.
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A los actos han asistido las alcaldesas de El Grado y La Puebla de Castro, Mari Carmen Obis y Maite Bardají, la concejala de El Grado, María José Olivera, Pilar Abad, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barbastro, Antonio Comps, alcalde de Castejón del Puente y vicepresidente de la Comarca del Somontano, y Roque Vicente, presidente de la Comarca de Ribagorza.
La misa ha sido cantada por la Coral Barbitanya de Barbastro, dirigida por Paloma Manau. En su homilía, José Mairal ha recordado su infancia y juventud, con su agradecimiento por participar en una «romería que desde tiempo inmemorial tiene lugar, acogiendo a cuantos devotamente participan, venerando e invocando con fe y confianza a Santa María en su advocación de Virgen de Torreciudad».
Al final el obispo ha entonado tres vivas a la Virgen, después de agradecer «vuestra oración, cercanía y afecto, con vuestro impulso al Proyecto Mariano de Evangelización de la diócesis, que habéis visualizado con tantas peregrinaciones».
Al término de la celebración eucarística, vecinos de los pueblos cercanos han llevado en andas la imagen peregrina hasta la ermita rezando el rosario. Allí se han cantado los antiguos Gozos y han ofrecido diversos productos de la tierra. A continuación, en el tradicional ofrecimiento de niños a la Virgen, se han pesado los bebés en una cesta de mimbre colocada en uno de los brazos de una antigua báscula. Los padres han hecho el ofrecimiento y han igualado el peso con diversos productos.
En el acto han participado familias de la zona y otras que veranean en los alrededores de Torreciudad, originarias de Madrid, Barcelona, Valencia, Navarra, Sevilla, Zaragoza, Tarragona y Alicante, así como dos de Bélgica y Luxemburgo. En total, han sido ofrecidos por sus padres a Nuestra Señora 28 bebés, 9 niñas y 19 niños, con edades que empezaban en los 15 días de vida de la madrileña Inés.
En esta ocasión, las ofrendas han consistido en fruta, arroz, aceite, pasta, legumbres, vino, sandías, jamones, hortalizas, lomo de orza, embutido murciano y otros alimentos. Estos productos se distribuyen después entre familias necesitadas de la zona en colaboración con Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón.
Los actos han terminado con el reparto de La Caridad, piezas de torta elaborada en el horno de Secastilla, municipio al que pertenece el santuario, y 50 litros de vino elaborado en la pedanía de Ubiergo y servido en porrones, gentileza de Bodegas Obergo.