La revista “Aragón Rutas” dedica su número del pasado noviembre a varias de las catedrales de Aragón, sobre las que escriben dos corresponsales de DIARIO DEL ALTOARAGÓN, Ángel Huguet e Inmaculada Casasnovas. Esta clase de turismo religioso, señalan en la publicación, adquiere cada día más auge y arrastra a millones de personas. Hasta el Vaticano ha puesto en marcha una línea aérea para peregrinos y visitantes de los lugares santos. Unos buscan historia, arte y cultura, otros reconfortar su espíritu, y los hay que incluso rezan pidiendo favores.
La Ruta Mariana que une el Pilar de Zaragoza, y los santuarios de Torreciudad, Montserrat y Lourdes surgió a primeros de los años ochenta siendo consejero de Industria y Turismo Eduardo Aguilar. Atrae a millones de peregrinos y visitantes, y desde las instituciones aragonesas se trata de potenciar este trayecto. Concretamente responsables de estos cuatros centros de peregrinaciones presentarán en la Feria Internacional de Turismo de Madrid, a finales de este mes de enero y de la mano de los gestores de ExpoZaragoza 2008, un nuevo folleto sobre la Ruta Mariana, al coincidir la celebración de la Exposición Internacional con el año jubilar de Lourdes por el 150ª aniversario de las apariciones de la Virgen a Bernardita, donde esperan ocho millones de personas.
Precisamente sobre El Pilar del Zaragoza escribe Javier Ortega uno de los reportajes. Este santuario es el más visitado de Aragón, el que más arte contiene y sobre el que más se ha escrito. Cada año pasan por allí “a ver a la Virgen” casi once millones de devotos, curiosos y turistas. Llegan peregrinos y fieles de todas las partes del mundo. Por su parte, Inmaculada Casasnovas lleva al lector de ‘Ronda por Boltaña’. Ésta localidad se ubica en la ladera de una bella y característica colina coronada por los restos de su castillo y al abrigo de su emblemática montaña, Nabaín. Y en este municipio, el visitante encontrará los núcleos de Margudgued, Sieste, La Valla, Campodarve, Fuebla, Pueyo de Morcat, Aguilar, Ascaso y Morillo de Sampietro.