El Orfeón Donostiarra convierte Torreciudad en un auditorio de emociones compartidas

21 de September de 2025

Anoche se celebró uno de los principales y más esperados actos conmemorativos del 50º aniversario de la apertura al culto del nuevo templo dedicado a la Virgen de Torreciudad. El Orfeón Donostiarra, una de las formaciones corales más prestigiosas de Europa, ofreció un concierto en el que la reconocida excelencia de esta agrupación brilló con toda su calidad artística.


La cita supuso el regreso a Torreciudad del Orfeón 25 años después de su recordada participación en las bodas de plata del templo. El lleno absoluto que registró el aforo de la iglesia, con un público entregado, transformó la actuación en una auténtica experiencia compartida de emociones, «una fiesta cultural y espiritual», como expresó con acierto una vecina de la cercana localidad de Artasona.


Un programa para viajar en el tiempo

Bajo la dirección del maestro José Antonio Sainz Alfaro y acompañado al órgano por Gerardo Rifón, colaborador habitual de la agrupación, el Orfeón desplegó un repertorio de gran nivel. A lo largo de la velada las solistas aportaron matices de delicadeza y expresividad, arropadas en todo momento por la grandeza coral y la sonoridad del órgano.


El concierto arrancó con el sobrecogedor Aita Gurea de Francisco Madina, interpretado mientras los coralistas avanzaban por el pasillo central, encabezados por la soprano Mariana Ponochevna, envolviendo al público en una entrada solemne y vibrante.


A partir de ahí se sucedieron páginas inolvidables: el Nigra sum de Pau Casals, el delicado Ave María de Javier Busto, el solemne Salmo 43 de Mendelssohn y fragmentos del Requiem de Brahms. También brillaron piezas contemporáneas como el Pie Iesu de Webber, con la voz de Irene del Molino y Lide Villar, o el conmovedor Ave Verum de Jenkins, interpretado por Lucía Boned y Lucía García como solistas.


El público disfrutó además de la luminosidad francesa de Fauré, con el Cantique de Jean Racine y el In Paradisum, de la fuerza del emblemático Va pensiero de Verdi y de la emoción popular del Hallelujah de Leonard Cohen. El concierto culminó con el imponente Aleluya del Mesías de Haendel, provocando una ovación unánime.


Una celebración compartida con el territorio

El público, procedente en su mayor parte de localidades de las comarcas de Ribagorza, Somontano de Barbastro, Cinca Medio y Sobrarbe, creó un ambiente festivo y cercano. También asistieron numerosas autoridades y agentes institucionales, como José María Civiac, presidente de la comarca de Cinca Medio y alcalde de Alfántega; Teresa Rupín, alcaldesa de Pueyo de Santa Cruz; Julián Ferrando, alcalde de Berbegal, o Maite Bardají, alcaldesa de La Puebla de Castro, quien destacó «la gran vivencia que supone disfrutar en casa de una de las corales más conocidas en Europa». Ana María Blasco, alcaldesa de Alquézar, lo consideró un privilegio, y señaló que «me voy con una gran paz». Pilar Abad, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Barbastro, destacó la capacidad emotiva del Orfeón, «dentro de un templo y en una atmósfera preciosos para un concierto así».


En la misma línea de subrayar la importancia de acoger eventos de esta magnitud, se manifestaron Francisco Berroy, de la D.O.P. Somontano, y Manuel Rodríguez Chesa, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Huesca. Para este último «ha sido una maravilla poder disfrutar en el territorio de este espectáculo». Para Mariano Altemir, presidente del CEDER Somontano, «esta ha sido una oportunidad, una experiencia que realza el 50º aniversario». Por su parte, Celia Elfau, de Cámara de Comercio, Salvador Cored, de la Confederación de Empresarios de Huesca, e Ixeia Lacau, del Ayuntamiento de Barbastro, destacaron especialmente la masiva respuesta del público.


Innovación al servicio de la música

Sáinz Alfaro, director del Orfeón, dijo que «Torreciudad es una ciudad ‘encantada’ para el canto». Y en el libro de dedicatorias dejó escrito: «Muchas veces nos dicen que es un lujo escuchar al Orfeón Donostiarra, pero en esta ocasión, como hace 5 lustros, el lujo es tener un público tan agradecido y sensible con nuestros cánticos».


Una de las novedades de la noche fue el estreno de la consola móvil del órgano, construida por Blancafort Organeros de Montserrat. Gracias a esta innovación, el organista pudo situarse junto al director y al coro, enriqueciendo la experiencia sonora. Rifón expresó su satisfacción porque «ha facilitado mucho la coordinación con el director».


Medio siglo de fe, cultura y turismo

Maite Aranzabal, organista titular del santuario y directora del Departamento de Música, afirmó al terminar: «estoy encantada con la respuesta de la gente y muy agradecida a todos los colaboradores que han hecho posible esta increíble actuación: el Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Turismo y Hostelería, la Fundación Caja Rural de Aragón, el Banco de Depósitos y la empresa de Binéfar Litera Meat. Reafirmamos nuestro compromiso de seguir impulsando la cultura y el turismo en el corazón del Alto Aragón, con el horizonte de los 75 años. Contamos con este auditorio que es único por su sonoridad y un verdadero lujo para acoger propuestas musicales de gran nivel».


El evento mostró que Torreciudad sigue consolidándose como un lugar de referencia en Aragón, tanto para peregrinos como para turistas, combinando espiritualidad, cultura y naturaleza en un entorno privilegiado. La celebración del 50º aniversario no solo propone evocar con agradecimiento lo vivido, sino abrir nuevas oportunidades de promoción y desarrollo en unión de esfuerzos con todos los agentes del territorio.

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