500 kilómetros de ilusión

27 de September de 2008

La 8ª Jornada Mariana de los Deportistas celebrada este sábado en Torreciudad ha acogido la llegada de la carrera de relevos más larga del año, 500 kilómetros entre Madrid y el Santuario de Torreciudad. La iniciativa de esta prueba, que ha movilizado a más de mil corredores a lo largo de tres días y que celebra este año su 13ª edición, ha partido de los atletas veteranos del Club Deportivo Colegio Tajamar (Madrid).

Los corredores llegaron al Santuario a las 11’00 h. de la mañana, cansados pero sonrientes, y acompañados por los coches y furgonetas de apoyo, en coordinación con la Guardia Civil. En la entrada esperaban las imágenes de la patrona de Tajamar y la de la Virgen de los Deportistas, que fueron llevadas a hombros por los atletas hasta el escenario colocado en la explanada. Los deportistas rezaron una Salve a Nª Sª de Torreciudad, y a continuación el Rosario, acompañando el recorrido de la imagen, que era llevada en andas alrededor de la explanada del Santuario. Después realizaron distintas ofrendas a la Virgen, entre las que destaca las medallas de plata y bronce que consiguió el atleta José Antonio Coin en las pruebas de medio fondo de 800 y 1.500 del Campeonato de España en categoría Veteranos, y una placa de cristal labrado ofrecida por un grupo de atletas portugueses del equipo de atletismo de la Cámara de Lisboa. Un matrimonio participante en la prueba ofreció el testigo que fue pasando de grupo en grupo a lo largo del recorrido, y pidió a la Virgen que fuera Ella la que verdaderamente guiara las vidas de todos los presentes.

Algunos testimonios

Los benjamines de la carrera fueron dos hermanos, Nacho y Álvaro, de 3 y 5 años. Acompañados de su padre, el pequeño hizo un relevo de un kilómetro, y el mayor logró recorrer el doble. “Lo he hecho por la Virgen”, dice con desparpajo César, de 12 años: “en total desde Madrid he corrido 27 kilómetros, y me ha tocado un relevo a las cuatro de la mañana en el que ha chispeado un poco la lluvia, pero ha merecido la pena. Y quiero pedirle a la Virgen que me ayude a ser mejor”. Maite tiene 13 años, y nos dice que ha venido “para hacer ejercicio con mis amigas, y para ver a la Virgen”. “Las últimas cuestas me han puesto a prueba”, cuenta Brian, de 15 años, que hizo el último relevo completo, desde Barbastro hasta el Santuario. El corredor senior fue Juan, que a sus 54 años hizo un total de 45 kilómetros de la carrera: “Soy antiguo alumno de Tajamar y pertenezco al club de atletas veteranos del colegio que tuvo la iniciativa de organizar todo esto. Participo desde la primera carrera, y todos los años es una verdadera fiesta deportiva”.

Deporte y virtudes

Varios atletas ofrecieron su testimonio personal sobre los valores humanos que potencia la práctica del deporte, y el responsable de la carrera, Lázaro Linares, concluyó las intervenciones subrayando el espíritu de equipo manifestado por los participantes: “Nadie ha sido egoísta, todo el mundo ha procurado que el de al lado tuviera que esforzarse menos, por eso sale tan bien esta carrera”. La Jornada terminó con la celebración de la Eucaristía a última hora de la mañana, y una comida popular al aire libre.

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