El 7 de julio de 1975 se abrió al culto el nuevo santuario de Torreciudad con una misa ofrecida por el alma de san Josemaría Escrivá, fallecido pocos días antes en Roma. La imagen de la izquierda corresponde al momento de la incensación del altar tras el ofertorio. Hoy hemos celebrado una solemne eucaristía de acción gracias por estos 50 años de labor pastoral realizada en Torreciudad por intercesión de la Virgen María, y como prescribe la liturgia, también tras el ofertorio el celebrante principal, Ángel Lasheras, ha incensado el altar.
Con él han concelebrado, entre otros, el vicario episcopal de pastoral de la diócesis de Barbastro-Monzón, Francisco Cabrero, el moderador de la unidad pastoral de Graus, Juan Ignacio Cardona, y el vicario del Opus Dei en la delegación de Barcelona, Ignasi Pujol. En su homilía ha explicado que en aquel 7 de julio de 1975 «don Florencio Sánchez Bella, vicario del Opus Dei en España, antes de la misa oficial de apertura, bendijo previamente la iglesia y el via crucis, algo necesario para poder iniciar los actos de culto».
«Queremos que este 50 aniversario sea muy mariano —ha subrayado—, que muchas personas se acerquen a Torreciudad para amar más a la Virgen, para ahondar en su amor de Madre de Dios, porque somos sus hijos». También ha querido agradecer, con una detallada descripción de sus variadas aportaciones, a todas las personas que desde hace 50 años y antes han hecho posible con su trabajo y su oración este sueño de san Josemaría.
Por la tarde los fieles han asistido al rezo del rosario y a la bendición con el Santísimo y a las 19:00 h. ha tenido lugar un concierto de guitarra española y órgano a cargo de Guillem Pérez-Quer y Maite Aranzabal, organista titular del santuario. Los intérpretes han ofrecido obras de Albéniz, Rodrigo, Tárrega, Urteaga, Bacarisse y Piazzolla, un programa que ha permitido al numeroso público asistente disfrutar del extraordinario virtuosismo de Pérez-Quer, guitarrista de reconocida fama mundial.
Con dos días de adelanto sobre la fecha de la efemérides, el obispo de Barbastro-Monzón, mons. Ángel Pérez-Pueyo, quiso sumarse a la celebración y presidió la eucaristía del sábado 5 de julio a las 13:15 h., al término de la cual entregó un solideo y el rosario que le regaló el Papa León XIV en su última audiencia, «para ponerlos a los pies de la Virgen —expresó— como verdadero sacramental de este 50 aniversario».