Skip to content Skip to footer

Un grupo de estudiantes húngaros han recorrido 3.000 kilómetros para venir hasta el Altoaragón y han pasado cinco días en la localidad oscense de El Grado, desde donde han hecho excursiones y participado en un campo de trabajo. En su mayor parte, los jóvenes son estudiantes de Ingeniería en la Universidad Técnica de Budapest.

Esta iniciativa parte de la residencia universitaria Orbànhegy Kollègium, que desde hace unos años organiza labores sociales en otros países. No sólo han trabajado sino que han aprovechado para conocer España, en concreto nuestra tierra, donde según el mexicano Esteban Molina, director de la residencia, “la cultura es diferente y se aprende mucho.” Han estado en Barbastro, Aínsa, Torreciudad y Monte Perdido.

Viktor Loktyionov, ingeniero de 22 años, ha vuelto a venir porque “me gusta España y ver otras ciudades de este país, descubrir costumbres. La gente es muy alegre y esto es muy atractivo. Como venimos en micro-bus podemos viajar fácilmente por la comarca, y disfrutar de los paisajes.”

Otro estudiante, Gabor, destaca que “he aprovechado para conocer unos países nuevos para mí”. Pal Almay, 27 años, que realiza su doctorado en Telecomunicaciones, repite también estancia. “Me han impresionado mucho los castillos que se ven en algunos montes. Por otro lado el clima ahora es parecido al que hay en Budapest”.

Esteban Molina comenta que “con este viaje buscamos aprovechar el verano para conocer distintos lugares, especialmente España, que tiene gran atractivo para los húngaros. También hemos limpiado y adecentado una amplia zona del municipio, en un campo de trabajo organizado por la Asociación Cultural Sobrarbe. El viaje lo hemos hecho en tres días, visitando Salzsburgo, Basilea y Lourdes.

Resalta que “al mismo tiempo pasamos un rato agradable con los demás. El objetivo se ha cumplido con creces, porque para nosotros el contacto con países y gente diferente es francamente enriquecedor”.