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Hoy se ha celebrado la tercera actuación del Ciclo de Órgano, protagonizada en esta ocasión por la organista titular del santuario, Maite Aranzabal, y el flautista vallisoletano José Menéndez. Unido al festival Clásicos en la Frontera, cuenta con la colaboración de la Fundación Caja Rural de Aragón. El público asistente fue unánime al subrayar la sorprendente capacidad de las flautas empleadas por el solista para llenar con su sonido todo el templo. Menéndez utilizó ocho flautas de distintos tamaños, épocas y materiales, entre las que destacó una peculiar flauta doble fabricada en madera de arce.

El programa se inició con un Dúo concertante del siglo XIX (Krahmer), con alternancias y diálogos cerrados y claros entre órgano y flauta, y Serenade, del compositor catalán Cassadó. En ambas Menéndez empleó la flauta alto barroca, mientras que utilizó la soprano renacentista para Kommet ihr Hirten de Graap, basada en un villancico tradicional alemán. Para órgano solo pudimos escuchar el Ofertorio de Guridi, obra que empieza con un fragmento lento, de carácter meditativo, y posteriormente va in crescendo, tanto de tempo como de registración, para llegar al tutti final.

La flauta soprano barroca, elaborada con madera de ébano, protagonizó las dos piezas siguientes: Introducción y variaciones de Krahmer y El cisne, la popular pieza dentro de El carnaval de los animales, de Camile Saint Saëns. Para la Tarantella, de Gordon Jacob, ejecutada a una velocidad vertiginosa, Menéndez empleó una flauta sopranino de madera de boj. Y para los siguientes dos solos de flauta, de los siglos XII y XIII, la mencionada flauta doble de arce, interpretaciones que los asistentes calificaron de “espectaculares”. El posterior Presto de Herbert Murrill, original para flauta y piano, destacó por su rápida combinación de ritmos a contratiempo.

Finalmente, la Suite Helénica de Pedro Iturralde, un compositor habitual en los repertorios de Aranzabal, fue la aportación contemporánea del programa interpretada con flauta soprano barroca hecha de madera de peral y con su momento cumbre de improvisación en medio del vals. En el bis escuchamos el entrañable Ixil Ixilik de Tomás Garbizu, villancico vasco originalmente compuesto para trompa y órgano.

La clausura del ciclo tendrá lugar el próximo viernes, día 30, a las 19:00 h. y con entrada libre. La actuación constituirá una de las novedades más sugestivas que se ofrecen este año: Loreto Aramendi (órgano), Pedro Miguel Aguinaga (violín) y Pablo Mezzelani (instrumentos étnicos), interpretarán un repertorio formado por obras para órgano solo y el programa “Viento y piedras” con piezas de Armenia, Bolivia, Afganistán, Argentina, Bulgaria, China, Moldavia y Rumanía.