Superando sus dificultades de movilidad, Rosario ha peregrinado a Torreciudad a sus 91 años de edad acompañada por su hija Esther. Como el santuario es plenamente accesible, han recorrido las capillas, la galería de advocaciones marianas, el paso del Medallón de la Virgen y han asistido a la eucaristía en el altar mayor.
Frente a la imagen de Nuestra Señora de Torreciudad, han rezado la oración de su estampa y han dejado a sus pies muchas intenciones.
Dado que ambas son de Oñate, se han detenido especialmente ante la imagen de Nuestra Señora de Aránzazu. También han rezado delante de la Virgen del Rosario de Torrejón de Ardoz (Madrid), pues Rosario lleva su nombre.