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Madre, Madre Mía
hermosa como ninguna
que desde los cielos
iluminas a todas las almas
que a  Torreciudad
vienen a visitarte
ya sea personalmente
o espiritualmente.
Madre, Madre Mía
paciente como eres
escuchas y atiendes a cada uno
dejando en todos ellos
el poso de la comprensión
y una gran paz interior.
Eres Madre tan generosa y bondadosa
que a más de una persona sorprendes
obrando «pequeños grandes» milagros.
Dime ¿Qué tienes Madre Mía?
¿Será tu grata sonrisa?
¿O serán tus besos amorosos?
ésos que se quedan en el corazón…
Madre, Madre Mía
¡hasta las penas más grandes
las haces tuyas!
Recoges cada lágrima
con gran delicadeza
guardándolas una a una
bajo tu tierna mirada.
Y yo te digo Madre Mía,
¿Qué hacemos tus hijos?
Yo creo que lo más bello
es aprender a imitarte,
hacer nuestro todo lo tuyo,
como hacen los más pequeños.
Gracias Jesús
por dejárnosla como Madre
pues es Ella
modelo inigualable.
Te quiero tanto, Madre Mía…
Te quieren tantas almas desconocidas…
Te querrán tantas otras que aún no te conocen…
SRC.