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Emprendemos rumbo a Jerusalén.El camino es largo y pesado por lo que las dos hemos decidido unirnos a la caravana de gentes que se ha organizado. Por delante tenemos 7 días de incomodidades, cansancio, fríos y calores pero tenemos en el alma, el anhelo de acompañar a Jesús en todo momento porque ahora más que nunca, nos necesita.
María le ha preparado su mejor túnica, la que le llevamos para ese día, entre los demás enseres. Me contaba mientras hacíamos todos los preparativos que se la tejió con gran cariño durante las noches de invierno…
Ya puestas en los senderos pedregosos, montadas en nuestras mulillas, vamos dejando atrás nuestro hogar, vamos atravesando las montañas desérticas mientras cada una, va meditando en su interior, los días venideros.
Caminamos grandes trechos a pie, agarradas del ronzal y ambas mantenemos una conversación anímate que hace el viaje más agradable. Con Ella puedo hablar con el corazón abierto y en un momento dado, le cuento la alegría que siento por poder estar junto a los dos aunque tan a menudo, me siento tan indigna de su amor por ser una pecadora…
Durante todo este tiempo en el que he estado en el desierto con Jesús, no he sabido darme completamente y ¡eso me duele! Jesús nunca me ha recriminado nada pero yo sé que Él esperaba más de mí. Madre, ¿Cómo voy a poner bajo sus pies como alfombra, mi corazón si éste no ha sabido darse a Él del todo? ¿Cómo voy a reclinar la cabeza a su paso en símbolo de Adoración cuando mi Rey necesita primero ocupar su trono en mí y yo todavía no tengo bien dispuesto mi interior? Debo quitar » las pelusas» de tantas imperfecciones, sacar esas palabras que no debo decir para así callar, arrancar mi soberbia y orgullo que se quedan pegados entre las paredes del mal.Y lo peor de todo, Madre Mía, es que soy consciente de ello y es entonces cuando me arrepiento.
¿Qué te parece Madre, sí en estos días de convivencia juntas hacia Jerusalén, me ayudas por favor a «sacar brillo» a este corazón, a poner en orden mi interior para que cuando Jesús entre triunfal entre también en mí y sea el Rey de mi vida?