Queridísima Madre:
Me he escapado en esta fría y lluviosa noche para darte las gracias antes que acabe este día. Hoy hace un año que me concediste este milagro, el de tener el trabajo que tengo.¡ No sabes cuánto te lo agradezco! Eres tan buena conmigo siempre! Me hubiera gustado dártelas personalmente pero me encanta poder trasladarme desde donde me encuentre. No te olvides Madre de la ilusión tan grande que tengo de poder estar en la Consagración en Junio pero para ello, necesito tu ayuda incondicional, sólo si tú lo quieres pues realmente un milagro sería lo que tendría que ocurrir. ¿Recuerdas que te dije que seguiría insistiendo? pues ya sabes que soy un poco tozuda. Pero ahora lo que quiero no es lo primordial para mí, ahora quiero pedirte por él, que tanto está sufriendo…y todos los que tanto le queremos, especialmente sus hijos, su mujer y todos sus hermanos. Llévatelo Madre bajo tu manto si es su momento y sino, dale vida para muchos años más.
Madre, en tus manos me abandonó, en tus manos dejo todo. Te quiero tanto, Madre Mía, te quiero con locuraaaa.