Madre, Madre, ¿Me oyes? ¡Mírame Madre! Quiero contarte una cosina que se me ha ocurrido y que me haría gran ilusión..¿te lo cuento? Ya sabes que siempre te pido cosas para los demás pero reconozco que soy un poquino egoísta hoy, ¡perdóname por favor!Llevo días pensando…en la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús…Ante todo, quiero darte primero las gracias porque voy a cumplir un año en este trabajo que me encontraste. Pero sabes que trabajo todos los fines de semana y que mi horario no me lo permite pero me gustaría que me concedieras si tú lo quieres, la posibilidad de poder ir.Sé que te pido un milagro porque no puedo pedir permiso pero sólo si tú lo quieres, sinó, con amor lo ofreceré. Sé que es complicado a no ser de que ocurra de la noche a la mañana un cambio de horario favorable para mí, jaja…pero como decía un santo que tanto quiero: «Soñado y os quedaréis cortos» pues yo sueño Madre, contando contigo. Yo insistiré un poquino eh? Pero si soy muy pesaina, dímelo por favor. Yo sé que te ilusionas con las mías, por eso quería contártelo. Te quiero mogollón, Madre Mía!