Skip to content Skip to footer

Madre, creo en tí siempre:

Hace un año justo nos enteramos de su enfermedad: cáncer de próstata en fase inicial.
El golpe fue duro para todos pero reconozco que fuimos fuertes. Lo apoyamos mucho y hemos estado muy pendientes de él y su evolución. El médico nos aconsejó tres opciones: operar, tratamiento de quimio o vigilancia constante muy rigurosa. Optamos por ésta última. Cada visita era una incertidumbre y esto ocurría cada tres meses. Pendientes de que los resultados fueran buenos y la cosa no fuera a peor… Durante un año hemos estado alerta y en cada visita, expectantes de lo que nos pudieran decir.
Sabes Madre que desde que empezó todo esto, lo he puesto en tus manos para que nos dieras fortaleza a todos y para que supiéramos llevar bien todo esto. Cada visita, unos días antes, venía corriendo a tus faldas pidiéndote que los resultados fueran positivos si tu lo querías y si no fuera así, que nos ayudaras a afrontar las siguientes batallas. Pero cada visita era una alegría porque se mantenía estable.
Hoy, era una de las visitas más relevantes, no digo importante porque todas lo han sido. En ésta, le daban los resultados de una resonancia y analítica. Ha pasado un año desde el primer diagnóstico. Hemos estado inquietos todo este tiempo pero optimistas en cada visita médica positiva. El lunes, como tantas veces, (hoy es miércoles ) me fuí corriendo hacia tí pidiéndote como una niña que los resultados fueran buenos e incluso me atreví a pedirte que desapareciera la enfermedad y que sí así lo veías conveniente y se cumplía, que yo cumpliría con mi parte, por encima de todo…
Madreeeeee, me emociono de nuevo al contártelo. Esta mañana el médico nos ha dicho que la resonancia había salido perfecta, que no había signo alguno de la enfermedad. Que era como si fuera la resonancia de una persona totalmente sana….Cuando estaba oyendo esto, no daba crédito e interiormente te decía: esto es cosa tuya, Madre Mía….¡No tengo palabras al ser testigo de otro milagro tuyo! Y no puedo decir otra cosa que no sea GRACIAS a todas horas.
¡Eres tan buenaaaaaaaa!!! ¡Nos quieres tantoo!
Son las doce de la noche y no quería que acabará el día sin venir a contártelo en la distancia porque entre tú y yo no hay kilómetros que nos impidan estar unidas…Hablaremos Madre pronto espero, personalmente…porque ahora me falta cumplir mi parte.