Gracias… ¡porque se han curado! Ahora solo falta una última cosa, Madre. Este corazón, que en su día te dije que era entero para Ti y para Él. Este corazón está estropeado y duele llevarlo. Cúramelo. De la manera que sea. La acepto. Pero cúralo. Tu hijo, que te quiere con locura, aunque a veces no lo parezca. Dale un beso a Jesús de mi parte y dile que, aunque a veces yo esté mal, sigo sabiendo que debería amarle mas.