Madre mía, hoy que es tu día necesito pedirte que se solucione ya este tema que tanto, tanto me agobia… No puedo más, cuento contigo, un beso fuerte y felicidades… Ah, y hoy ya sé que vas a ser muy generosa con las benditas Almas del Purgatorio: Gracias, Madre, qué haríamos sin tu cariño y protección tanto en la vida como en la muerte: bajo tu protección nos acogemos.