«Es de bien nacidos ser agradecidos»
Al pasar por Torreciudad me he dado cuenta de que gran parte de lo que soy (que es poca cosa) se lo debo a la Virgen de Torreciudad… Y no lo había contado…
Así que para ser un buen hijo, y ahorrarme un capón cuando consiga colarme en el Cielo (aunque sea por la puerta de atrás), voy a contar dos de las favores recibidos (de manera consciente).
Estando en la universidad, se me atascó una asignatura de matemáticas de primero durante varios cursos (es cierto que tampoco le dedicaba el tiempo necesario). Así que en agosto monté una romería a Torreciudad con unos compañeros, donde cada uno pidió lo que quiso, y yo le pedí el favor a mi Madre de aprobar la dichosa asignatura, porque ya se me estaba empezando a atragantar… y poniendo los medios oportunos, la asignatura pasó a formar parte de mis recuerdos… que con el tiempo cada vez son más tenues…
…y entre esos recuerdos están otros favores más relevantes, a los que a veces damos menos importancia de la que realmente tienen.
Al visitar Torreciudad y charlar fortuitamente con uno de los sacerdotes del santuario, me vino a la cabeza la cantidad de septiembres en que la Jornada de las Familias era como una puesta a punto espiritual, con una confesión después de un verano «accidentado»…
En el Cielo nos enteraremos del resto de favores de los que ahora no somos conscientes.
Firmado: P. (Lugar: El mundo)