Skip to content Skip to footer

Madre mía, no se cómo seguir ni que hacer, siento todo lo que hago mal, pero ayúdame, aunque no lo merezco por mi gran soberbia y orgullo…me pongo el último de la fila, aquí hay gente que de verdad lo necesita más que yo. Te doy gracias por todo lo que me has dado y no merecía. Te pido perdón por lo mal que te he rezado siempre