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Queridísima Madre:
Cuántas gracias tengo que darte por poder haber estado contigo el sábado 16. Fue muy entrañable para mí poder despedirme y pedirte que siempre me protejas. Nos separarán muchos kms pero nadie nos podrá separar porque estamos unidas en el corazón. Qué bonito Madre poderte decir Sí…, poder abandonarme en las manos de tu Hijo…, poder ganar el Jubileo, recibir la gracia de la confesión y tantas cosinaaaas. ¡¡¡¡¡GRACIAS MADRE POR SER LA MEJOR MADRE!!!!! A partir de ahora, me trasladaré hasta Tc cerrando mis ojos pero «seguiré peregrinando». Te quiere con locura. Tu hija.