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Madre mía. Gracias por todos los regalos que me das, mi madre, mis hermanos, mi familia y por último Mimosin. Acuérdate que tengo pendiente la decisión del juzgado, por favor que se solucione a mi favor, librándome de todos los problemas que me puedan surgir, en este y en cualquier otro, déjame disfrutar de mi libertad, y de hacer feliz a mi madre y a los que me rodean, siéndolo también yo. Pídeselo a tu hijo Jesús, mi hermano, como lo hiciste en la boda de Caná, si convirtió seiscientos litros de agua en buen vino, cómo no me va a solucionar mis problemas. Muchísimas gracias. Un beso muy fuerte, tu hijo Joaquín.