Madre querida, no desoigas mi petición, que te hago con humildad, si es Voluntad de mi Padre. Tú como Madre de Dios conoces la necesidad por mi país, pongo en Manos de mi Padre, mi voluntad, mi vida de oración, penitencia y ayuno a todo lo que sea mundano. Confío en que acudas a tu Hijo, como en las Bodas de Cana, AMDG