Madre nuestra de Torreciudad. No pierdo la costumbre de acudir a ti, en esta advocación tan querida por san Josemaría, para implorarte que nos ayudes a que la Obra llegue a Cuba. Sabes cuánto la estamos esperando y todo el bien que podemos hacer con su llegada. Toda mi vida especialmente en estos momentos y todas mis intenciones la pongo en tus manos. Madre Buena, ayúdanos. ¡¡Ayúdame!!