Skip to content Skip to footer

Madre: en tus faldas me aposento de nuevo, me agarro fuertemente de tu cuello para que me consueles, me ayudes y me mimes en estos momentos. Tú ya sabes todo y confío tanto en ti… Te encomiendo a mi amigo, que no sea nada.
Madre, te quiero con locura. Ayúdame a ser más fuerte, a luchar más por mi vida, a encontrar un trabajo digno fijo… Ayúdame por favor.
Gracias, Madre mía por quererme como me quieres.