Skip to content Skip to footer

Madre querida, por tu hija la Santa Iglesia, te pido con humildad, pongas en Manos de mi Padre mi abandono total con oración, ayuno y penitencia a lo que ÉL quiera de mí, incluso mi vida. Para que exista una verdadera justicia con mis queridos sacerdotes que están siendo atacados y perseguidos con tan poco amor cristiano. Gracias, Santa Madre María, sé que me escucharás.