Skip to content Skip to footer

Madre mía: hoy me he enfrentado a mi realidad, me han puesto la primera sesión de quimio, pensé que me vendría abajo y tú me has dado tantas fuerzas que no sé cómo agradecértelo. Te lo pido de corazón: sigue ayudándome, yo te pido todo por medio de San Josemaría, que Él siempre me ayudó cuando lo necesité.