Bendita seas por siempre, Virgen de Torreciudad. Siempre tendrás el agradecimiento de mi corazón por tantos momentos, días, años, que has tenido tantos detalles conmigo. Y hasta te has pasado de mimarme. Gracias. Y lo de mi hijo… ¡¡¡Una pasada victoriosa!!! ¡Aleluya!