Madre mía amantísima, tu que eres tan tierna y dulce conmigo y a la vez con todos, ayúdame con la carrera y ayúdame con aquello que más me cuesta, ser del todo tuyo. Haz que se haga posible esa misión evangelizadora que tanto deseo y que me va a ir tan bien. Ayúdame a llevar con alegría las preocupaciones de lo diario. Acuérdate también a que mi familia encuentre piso. Perdóname, Madre mía, no abuso más, te quiero aunque no lo parezca con todas mis fuerzas!!
Acuérdate de mis niños! Regina Pacis, ora pro me.