Hazme dócil a tu Voz en todos los momentos y circunstancias de mi vida. Si somos tu imagen, ayúdame a hacerme digno de tí en todas las horas de cada día.
Dios amigo, se que no me dejas. Ayúdame a ver y dame fuerzas para andar y para ser perseverante.
Firmado: tu hijo que te necesita y que, a veces, tras olvidarse de ti, constata que sigues ahí como fiel Amigo.