Este historiador y experto en el Renacimiento recorre en estos días la Ribagorza, con el fin de “conocer los tesoros del patrimonio cultural de la humanidad”, “descubriendo auténticos tesoros en un tiempo de descanso nunca tan bien aprovechado y que me facilitará la difusión de estos enclaves”.
En un coloquio celebrado en Torreciudad, destacó la importancia del renacimiento en Ribagorza, detallando su visita a Graus, La Puebla de Castro, Capella y Roda de Isábena.
El doctor Morejón resumió su visita estos días a algunas localidades de la Ribagorza: “me ha sorprendido la contemplación de algunas piezas sobresalientes del renacimiento. Conocemos y es patente la importancia del románico en esta comarca, una de las primeras que vio desarrollarse este estilo dentro del territorio peninsular, pero no lo es en creaciones renacientes, y sobre todo porque estas empresas incluyen tanto la arquitectura como la pintura y la escultura”.
En el coloquio señaló que “en cuanto a la arquitectura es necesario destacar el atrio de la basílica de Santa María de la Peña en Graus, de gran belleza y modernidad en su época, todavía en la primera mitad del XVI, con un esquema compositivo muy equilibrado y de gran elegancia, a la altura de grandes creaciones peninsulares de sello italiano”.
Morejón sostiene que “la pervivencia en Graus de proporciones clásicas indican la presencia de patrono y maestro sobresalientes y muy al corriente de grandes empresas de esa época, pues esas proporciones se corrompen fácilmente cuanto más se alejan de Italia y de los grandes núcleos culturales”.
En cuanto a la pintura, destacó la belleza del retablo de Capella, “cuyas pinturas poseen una calidad notable, singularmente las grandes tablas de San Pedro y San Pablo, sin duda obra del maestro sin intervención del taller, que reflejan con fuerza y acierto el influjo de las grandes creaciones del renacimiento italiano, sin duda una de las máximas creaciones de Pedro Núñez, portugués afincado en Barcelona”.
“También sorprende –añadió- la contemplación del retablo de la iglesia de Santa Bárbara de La Puebla de Castro, procedente de la iglesia de Castro, que tras su restauración permite valorar en plenitud la gran calidad de esta obra de autor todavía desconocido, pero sin duda espléndido exponente del arte de transición del último gótico, con elementos que desvelan la cercanía del renacimiento”.
La mayor sorpresa para este investigador ha sido la admiración de “las sayas que cubren el retablo central de la catedral de Roda de Isábena. Destaco la rareza de estos testimonios artísticos, en su mayoría desaparecidos, y que cubrían los retablos en determinados tiempos litúrgicos, por ejemplo la Cuaresma. Además, su interés artístico es grande, tanto por el autor, el italiano Peliguet, como por lo logrado en ellos, reflejando esas figuras de fortísima impronta miguelangelesca, cuya grandeza viene reforzada por las mismas dimensiones de las pinturas, sin faltarle intensidad dramática, facilitada por la misma iconografía: la Resurrección de Lázaro y la Pasión de Jesucristo”.
Por último, sobre la escultura destacó “el magnífico trabajo de Gabriel Yolí en la mazonería del retablo de Roda, con un espléndido trabajo decorativo, y lamentar la desaparición de las grandes advocaciones del retablo, fruto del patronazgo de Pedro Agustín, prior de Roda y luego obispo de Huesca, cultísimo hermano de ese otro aragonés y prohombre del Renacimiento español, don Antonio Agustín”.