«La pandemia, lejos de alejarme, me ha acercado a la Virgen de Torreciudad, esa Virgen desconocida para mí hace dos años y que me ha ayudado en este último año, cuando me acerqué a ella a pedirle por mi familia. Quedé pendiente de que se lo agradecería en persona yendo a visitarla algún día, no sabia cómo. La. Virgen no se hizo esperar y ya se arregló para que este año fuese a visitarla. Ciertamente, estoy segura de que la Virgen de Torreciudad está conmigo, como Madre buena que se preocupa por sus hijos, y poco a poco va moldeando mi vida interior. Tengo mucho más que cambiar, pero estoy segura de que con Ella de mi mano, iré creciendo en oración y caridad».
Begoña González07