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El presidente de la Archicofradía, Alfonso Román Valero, junto a una nutrida representación de su junta, y al párroco don José Alberto Garijo, encabezaron la peregrinación, que tiene previsto regresar a última hora del domingo y en la que colaboraron los delegados del Patronato de Torreciudad en Albacete.

La réplica de la Virgen que se encuentra en la iglesia de Fátima fue llevada el viernes hasta Torreciudad, donde entró solemnemente en procesión esta mañana, entre el volteo de campanas y una amenaza de lluvia que finalmente respetó los actos. Especialmente vistosos aparecían los pañuelos de la Virgen que todos llevaban y las medallas de los cofrades, además de los trajes serranos de El Tardón.

Antes de entrar en el santuario, punto medio de la Ruta Mariana con El Pilar y Lourdes (torreciudad.org), el grupo folclórico El Tardón cantó los Mayos y bailó los Quintos de Salobre y la Jota Alcaraceña o jota de la media vuelta. El grupo cantó también durante la misa y actuó de nuevo antes del almuerzo, representando entre otros el baile de los barrotes. Especialmente emotivo fue el canto del Himno, con letra de Miguel Chacón y música de Francisco Román.

El programa para los viajeros de Alcaraz, Albacete, Santa Ana, El Bonillo, Munera, Viveros y Villapalacios incluyó además una visita al recinto del santuario, construido bajo el impulso espiritual del beato Josemaría Escrivá, con el fin de extender la devoción a la Virgen y la práctica de los sacramentos. A esta finalidad espiritual aludió en su saludo de bienvenida el rector, que pidió también en su plegaria por la paz y el progreso espiritual y material de los alcaraceños.

Muchos peregrinos pudieron confesar en la cripta del templo, con los confesonarios atendidos por varios sacerdotes. Precisamente esta cripta guarda la Galería de advocaciones marianas, que contiene numerosas réplicas de patronas marianas de todo el mundo y que desde hoy tiene ya a la patrona de Alcaraz, que se podrá venerar junto a la Virgen de los Llanos.

La misa fue el acto central de la peregrinación, y tuvo también ofrendas de productos típicos, que recogió el rector del santuario, Javier de Mora-Figueroa. Llegaron quesos, aceite, vino y dulces. En el interior del templo destaca el retablo, y la talla de la Virgen fue entronizada en el lugar central, donde pudo ser venerada por los peregrinos, así como por otros visitantes llegados hoy a Torreciudad.

En su intervención, Alfonso Román afirmó que “venimos con el tesoro más grande de nuestra tierra, el regalo más hermoso que Dios nos ha dado”, y dijo que “no hay ningún alcaraceño que por donde vaya no lleve en su corazón a la Virgen de Cortes. Su imagen nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos”.

Después de la primera etapa en las ciudades de Barbastro y Monzón, en Huesca, la peregrinación viajó a Zaragoza, donde tiene previsto una visita a la Basílica del Pilar mañana domingo a primera hora. Después de ver la ciudad del Ebro y almorzar, la expedición regresará por Madrid, completando así los más de mil kilómetros recorridos.