Los estudiantes participantes en las Jornadas Universitarias de los Pirineos, celebradas durante esta semana en El Grado, han pedido «un ejercicio de solidaridad internacional en materia universitaria, para crear un voluntariado internacional universitario de profesores y estudiantes, que transfiera de Europa a las regiones del tercer mundo las técnicas, los métodos y los adelantos científicos».
Los estudiantes, procedentes de Barcelona, Madrid, Pamplona, Bilbao, Sevilla, Granada, Murcia, Valladolid, Salamanca, Oviedo y San Sebastián, hacen hincapié en que «una de las tareas más urgente de las Universidad del siglo XXI es recuperar su liderazgo moral, interviniento de modo decidido en la actualidad. Lograr que los ciudadanos miren más allá de un día a día aprisionado por la rociada constante de información trivial», en palabras de Rafael Navarro-Valls, secretario general de la Universidad Complutense. Según Enrique Banús, del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Navarra, «en el mundo universitario español existe una sensación de escepticismo ante planteamientos y soluciones grandilocuentes para hacer frente a los problemas de la sociedad, problemática que queda exclusivamente en manos de los poderes políticos y económicos, que muchas veces obedecen sólo a intereses particulares». Según Banús, «en este contexto, se produce una oleada de escapismo hacia el mundo personal, con la consiguiente opción de diseños curriculares según proyectos individuales que eluden el riesgo de todo compromiso con el servicio a la sociedad».
En sus propuestas, los estudiantes insisten en «la necesidad de tener espacios de reflexión y de diálogo, combatir la sensación de escepticismo que rodea a la universidad». Destacan también la necesaria aportación personal de soluciones, «sin centrarse únicamente en los proyectos personales, y huir de la creencia de que los poderes públicos son los únicos que pueden aportar algo a la sociedad». Las Jornadas fueron organizadas por el Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Navarra, con la colaboración de la ONG Cooperación Internacional, la Asociación Cultural Sobrarbe y el Patronato de Torreciudad. Su programa incluyó conferencias, cine-fórum, lecciones magistrales y coloquios, con seminarios sobre la afectividad, la música moderna, la creatividad en la empresa, la ingeniería del automóvil, la legislación deportiva, la arquitectura, la cooperación al desarrollo y la religión. Los participantes aprovecharon el tiempo libre para practicar deportes, visitar lugares de interés cultural como Aínsa, Graus, Benasque, Alquézar y Barbastro. Especial éxito tuvo la sesión de jotas y bailes ofrecida por la Agrupación Foclórica Municipal Ciudad de Barbastro.