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Jack Valero ha venido desde Londres para impartir uno de los seminarios de las Jornadas Universitarias de los Pirineos, celebradas esta semana en las inmediaciones del santuario, en las que han participado más de doscientos estudiantes. Jack es uno de los fundadores de Catholic Voices, un proyecto de comunicación que pretende capacitar a hombres y mujeres con herramientas para comunicar la fe en los medios de comunicación. Es autor del bestseller “Cómo defender la fe sin levantar la voz”. Amablemente nos respondió a algunas preguntas durante su estancia en Torreciudad.

En el Evangelio leemos que “el que no está conmigo, está contra mí”. No parece que el Señor impulse al cristiano a la polarización política y social, tan perjudicial en nuestra época. ¿Cómo entender esta frase?

Yo entiendo que el Señor nos dice que en algunas cosas no hay término medio: si uno abandona al Señor después de haberle conocido, es difícil mantener una postura neutra. El que ya no le sigue al final acaba haciendo la labor contraria.

Esto no está relacionado con la polarización que es tan común hoy día y que hace tanto daño. En el campo político y social, e incluso en el mundo eclesiástico, es triste que estemos tan divididos que ya no nos escuchamos unos a otros. El proyecto que yo comencé con unos amigos en Londres, Catholic Voices, y que se ha desarrollado en bastantes países del mundo, puede ayudar a superar esa polarización. El proyecto se basa en la idea de que a la hora de comunicar con otros que no comparten nuestro punto de vista, más que conseguir que nuestros mensajes sean muy inteligentes y bien explicados, se trata de escuchar bien al otro, buscar lo bueno del otro, y comenzar nuestro discurso a partir de ese punto común.

Ahora, durante las JUP (Jornadas Universitarias de los Pirineos), he estado explicando este método a un grupo numeroso de estudiantes de varios países, con ejemplos prácticos para que puedan utilizarlo al volver a sus países.

En Torreciudad se ha desarrollado un esfuerzo especial durante los últimos años para exponer el mensaje cristiano y especialmente la figura de la Virgen María a personas de toda condición y creencia. ¿Qué impresión te ha causado esta museografía?

Me ha gustado mucho el Espacio «Vive la experiencia de la fe», que explica a personas que no tienen ninguna fe la figura de Jesucristo y la fe cristiana basada en el amor a Dios y al prójimo. Pienso que es una aportación importante a la comunicación de la fe. Lo veo muy útil para peregrinos de otros países como el mío (el Reino Unido) que ya no tienen una base cristiana para entender algunas ideas básicas de la fe católica.

Además, el vídeo-mapping que se proyecta varias veces al día sobre el retablo está montado de una manera muy atractiva y explica bien la devoción de san Josemaría a la Santísima Virgen y a san José.

Torreciudad quiere ser el santuario de las familias. ¿Qué puede aportar la devoción mariana a la vida ordinaria de una familia cristiana?

La Virgen María es también madre en la familia de Nazaret, modelo e inspiración de todas las familias cristianas. La Jornada Mariana de la Familia de Torreciudad, que ya lleva tantos años celebrándose, es muestra de que la devoción a la Virgen es un buen apoyo para superar los problemas ordinarios de la vida familiar y encontrar la santidad a través del matrimonio y la familia.

Es impactante ver como acuden familias de tantos países del mundo, algunos muy lejanos, y cómo a partir de esas visitas la devoción a la Virgen (y en particular la devoción a la Virgen de Torreciudad) se expande por todo el mundo.