Esta Asociación organizó el pasado 30 de junio una romería con cincuenta personas a Torreciudad, con el fin de rezar y pedir a la Virgen “por el trabajo, la salud, la familia, y lo que es más importante, recibir la gracia y la bendición de Dios”, según señalan Rita Amaqui Pérez, presidenta de la asociación, y Nicorita Cueto Montero, educadora.
Esta entidad funciona desde 1992 y pretende ofrecer a la mujer filipina “un lugar de encuentro y de formación, donde la familia ocupa un lugar clave”. El núcleo está formado hoy por unas cincuenta mujeres, “y en las fiestas y actividades la asistencia crece mucho”.
Explican que el servicio doméstico “es la principal actividad que desarrollamos”, y “se valoran mucho nuestra capacidad de trabajo, la fidelidad a nuestros maridos y el amor a la familia”.
Según sus cifras, hay unos siete mil filipinos en Barcelona, y unos trece mil en Cataluña. “Nos sentimos bien, tenemos trabajo y vivienda”, comentan, y añaden que la asociación responde a “la necesidad de organizarse, compartir problemas, prestarse ayuda mutuamente”.
Junto a las actividades más habituales, como seminarios, talleres de cocina, salud, familia, belleza, prevención enfermedades, “hacemos también excursiones, como ésta de Torreciudad, que es un sitio precioso y muy tranquilo, donde nos gustaría quedarnos. Queremos volver con más calma para hacer unas horas de retiro espiritual”.