Santiago de Compostela, La Coruña, Galicia

El 12 de septiembre de 1998, un nutrido grupo de cofrades y devotos de la Virgen del Portal viajaron hasta Torreciudad y entregaron en procesión esta copia de su imagen.
INFORMACIÓN SOBRE ESTA ADVOCACIÓN
El escenario de la tradición de Nuestra Señora del Portal es el Convento de Santa María de Belvís, un punto alejado del centro histórico de la capital compostelana. Se llega a él tras atravesar el Parque de Belvís —una extensión ajardinada de más de 30000 metros cuadrados de superficie— después de abandonar el casco antiguo por la rúa das Trompas, una calle estrecha y pintoresca. Una talla gótica de la misma dícese que fue encontrada durante la fundación del convento en el siglo XIV. Venerada en la actualidad en la llamada «Capilla del portal», a ella acuden cada 8 de septiembre cientos de feligreses durante una multitudinaria romería. Se le atribuyen a esta Virgen multitud de milagros, lo que despierta el fervor de muchos católicos, mayoritariamente santiagueses. La leyenda tradicional nos cuenta, en primer lugar, que la talla encontrada en el siglo XIV se colocó en el mismo lugar del hallazgo para que los santiagueses pudiesen venerarla y que, durante la noche, un ser invisible colocaba junto a la Virgen unas candelas encendidas, que al amanecer inexplicablemente desaparecían. Este hecho contribuyó a que la devoción por esta Virgen aumentase.
Las monjas decidieron, dada la incesante afluencia de devotos al convento, trasladar la talla al interior de la iglesia, a un espacio más amplio para su contemplación. Dícese que al día siguiente, cuando fueron a abrir el templo, la talla había regresado, inexplicablemente, a su emplazamiento original junto a la puerta. Y así ocurrió repetidas veces, tras varios intentos de traslado: siempre volvía la Virgen a su humilde morada en el portal. De nuevo se corrió rápidamente la voz entre los santiagueses, y la popularidad de la Virgen del Portal continuó creciendo.