Ariza, Zaragoza, Aragón

La Cofradía de la Virgen del Amparo de Ariza (Zaragoza) organizó una peregrinación con los vecinos de la localidad para traer, el 16 de mayo de 2010, una réplica de su Patrona, con motivo de la Jornada del Medio Rural.
INFORMACIÓN SOBRE ESTA ADVOCACIÓN
En el siglo XIX, en el pueblo de Ariza, había un cura que daba la misa y que estaba pasando por penurias económicas. Lo cierto es que eran tiempos difíciles aquellos. En cualquier caso, las personas se veían obligadas a hacer tratos, cambios de bienes, para poder subsistir. Uno de esos días, el cura fue a dar la misa y se sorprendió al ver que, al echar el vino en la copa, se terminó. En la botella no quedaba más vino y ya no quedaban más botellas. El cura se había visto obligado a cambiar ya varios de los objetos que había en la iglesia por vino para poder seguir dando la misa como siempre. De hecho, ya no le quedaban más objetos que cambiar. Por ello y, como dijo él, con todo el dolor de su corazón, tuvo que “cambiar a una imagen de la Virgen por vino para poder celebrar la misa”.
Pasaron los años y el cura siguió dando la misa sin la Virgen. El hombre que le había cambiado al cura la Virgen por vino, la dejó en herencia a sus descendientes. Hasta que llegó el año 1892, cuando uno de ellos decidió devolver la virgen al pueblo, pues no le parecía bien que, después de la cantidad de años que habían pasado desde entonces, el pueblo de Ariza siguiera sin su Virgen. Como el hombre era muy devoto, pidió que, si los arizanos querían volver a tener su Virgen, se debía levantar una ermita para darle culto. Y, como el pueblo quería tener de vuelta a su Virgen, así se hizo. Así nació la fiesta de “La Ermita” o “la Virgen Borracha” (debido al peculiar cambio de la misma por vino). Desde hace poco más de un siglo se celebra en el pueblo cada año un día antes del domingo de Pentecostés.