Más de treinta esforzados ciclistas han llegado hoy al santuario, después de recorrer cientos de kilómetros con sus bicicletas, para honrar a la Virgen María en una deportiva romería llena de ilusión y espíritu de sacrificio. Provenientes de Igualada, Barcelona, Sant Cugat del Vallès, Zaragoza y Girona, los atletas han llegado hasta el altar al aire libre para cantar una Salve a la imagen de la Virgen de Torreciudad que se encuentra junto a este altar.