Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, ha estado del 29 de agosto al 1 de septiembre en el santuario para rezar a la Virgen de Torreciudad y mantener varios encuentros con familias, profesionales y jóvenes de diversos países. En uno de ellos, el Prelado manifestó a los empleados del santuario, directivos del Patronato y colaboradores de Torreciudad su agradecimiento por “contribuir y colaborar en la labor apostólica que se hace aquí”. Al final entonaron varias canciones de tuna, tras explicar la costumbre de cantárselas a la Virgen de Torreciudad la víspera de la fiesta de la Asunción como canciones de amor a María.
Jóvenes estudiantes, que participaban en actividades deportivas y culturales organizadas en las cercanías del santuario, le plantearon varias preguntas y le contaron experiencias e ilusiones en dos multitudinarios encuentros que tuvieron lugar el viernes y el sábado.
El Prelado recibió también a varias familias, con bastantes niños, con las que compartió sus esperanzas y sus retos, saludando a cada uno, con el recuerdo de una foto y el obsequio de un rosario y unas golosinas.
Asimismo, mons. Ocáriz se reunió con distintos grupos de profesionales que pasan unos días de convivencia en Torreciudad y dedicó especial atención a los equipos que viven allí y trabajan directamente en la gestión diaria, a los que alentó y encareció la trascendencia de su labor. El rector, Pedro Díez-Antoñanzas, le contó varias anécdotas relacionadas con el trato con visitantes y peregrinos y le mostró las mejoras que se han introducido desde su última visita.
El Papa Francisco, su persona e intenciones, fueron objeto permanente de la atención y las palabras del Prelado, que pidió con mucha frecuencia oraciones por la Iglesia y por el Romano Pontífice. En la mañana del domingo, 1 de septiembre, antes de continuar su viaje, mons. Ocáriz quiso despedirse de la Virgen de Torreciudad y agradeció de corazón todas las atenciones recibidas durante su estancia.
