Anoche falleció en Pamplona a los 45 años de edad Álvaro Vilallonga, tras una larga y compleja enfermedad. Fue responsable de comunicación de Torreciudad durante cerca de cinco años hasta 2008, en que regresó a realizar esta función en la Escuela de Ingenieros de San Sebastián. Publicamos el testimonio de su amigo José Luis Pano y la reseña del periodista Ángel Huguet.
Quiero transmitiros a toda la familia del Opus Dei mis más sinceras condolencias por la muerte del colega Álvaro Vilallonga y os rogaría que trasladarais a su familia mi sentido pésame, mi admiración ante la figura de un luchador y una persona francamente generosa y mi profundo agradecimiento por haberme dejado ser su amigo.
Recuerdo a Álvaro siempre con una sonrisa en la boca. Así me recibía cuando llegaba a Barbastro. Tuve el privilegio de ser una de las personas escogidas para hacerle partícipe de todas mis cuitas, profesionales pero también personales. Porque estar con Álvaro era lo más parecido que estar con un confesor, un psicólogo, un consejero, un amigo sabio que siempre tenía el mejor consejo para ofrecerte.
Acudía a él siempre que estaba en Barbastro, para las vacaciones de agosto, Semana Santa, Navidades… fue la última vez que nos vimos, en torno a Año Nuevo. Esperaba verlo un Sábado Santo para almorzar con él en El Grado o en Barbastro pero esa visita nunca llegó. Al preguntar por él me enteré de que su enfermedad había avanzado a pasos agigantados.
No encontré tiempo para visitarlo en Pamplona y es algo de lo que me penaré siempre. Pero al menos quiero que con estas palabras sepáis la huella que dejó Álvaro en el territorio, siendo un embajador del Somontano y del santuario que amó y defendió como pocos, pero sobre todo en mi persona.
Se va un amigo que supo tocar el alma de las personas, al menos la mía. Se va alguien que me insuflaba optimismo y amor por esta profesión, el periodismo. Se va un buen hombre, generoso y con un gran talento para la comunicación y un don para sanar el espíritu en épocas de zozobra.
Me reconforta pensar que la Virgen de Torreciudad, a quien veneraba con gran fervor, cuidará de él. Ahora me quedará pedirle que interceda por mí y me siga ayudando en este camino de la vida. Fuiste luz para el Somontano y para mí. Un abrazo fraternal. Cuida de nosotros donde estés.
Barbastro, 29 de agosto de 2018.
José Luis Pano Cuello, periodista, fundador y director de www.rondasomontano.com
El periodista Álvaro Vilallonga que ha mantenido los vínculos altoaragoneses desde su etapa en el santuario de Torreciudad falleció ayer en Pamplona con 45 años de edad tras una enfermedad que no ha superado en los últimos años. Se le recordará por su trabajo en el Patronato de Torreciudad como responsable de comunicación durante cinco años, hasta 2008, cuando regresó a la Escuela de Ingenieros de San Sebastián de la Universidad de Navarra, donde ha continuado.
En el santuario relevó al periodista Manuel Garrido cuando se trasladó a Madrid para desempeñar tareas importantes en la Oficina de Información del Opus Dei que dirige en la actualidad. Álvaro realizó su labor en el santuario con regularidad hasta que una compleja dolencia que le afectaba a los órganos vitales limitó su actividad de forma progresiva. En los últimos años visitó Torreciudad en varias ocasiones y acompañó a los residentes del colegio mayor Ayete de San Sebastiá, donde residía.
En cada visita siempre tuvo tiempo para reunirse con los periodistas locales con quienes recordó su etapa y también la despedida “entre amigos” que se le ofreció con motivo de su traslado. En clave altoaragonesa fue un gran promotor del patrimonio cultural y paisajístico que trabajó a fondo y difundió desde Torreciudad “codo a codo con tantas personas y entidades” como le recordó su antecesor Manuel Garrido. En la misma línea, “fue un enamorado de las estaciones de esquí altoaragonesas y sus montañas”.
Álvaro fue amigo de sus amigos, los periodistas, que han sentido su pérdida y le recordaron por su cercanía y aliento habituales. En la última etapa de su vida trabajó en el departamento de comunicación de la Escuela de Ingenieros de San Sebastián y en el colegio mayor Ayete con cuya promoción social se comprometió “a fondo”, según informaron ayer las fuentes allegadas. El entierro de Álvaro Vilallonga será hoy en Getxo, a las 13 horas, y el funeral a las siete de la tarde en la iglesia de Las Mercedes. Descanse en paz.
Ángel Huguet para el Diario del Altoaragón