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La embajadora de la India en España, Suryakanthi Tripathi, visitó el Santuario de Torreciudad el pasado sábado 25 acompañada de su marido, Amitava Tripathi, el también embajador de la India ante Suiza y la Santa Sede. Previamente, ambos habían ejercido durante unas horas como invitados de honor del VI Campeonato Mundial del Parchís, celebrado en la localidad oscense de El Grado. “En la India este juego lo llamamos Parchisis y es de los más antiguos que se practica. Me ha gustado mucho el ambiente, era fantástico ver a tantas familias con sus niños pequeños compartiendo felicidad”, comentaba Tripathi.

En Torreciudad fue recibida por el Rector, para recorrer detenidamente los lugares más representativos del santuario. La propia embajadora reconocía más tarde que había oído hablar del santuario oscense durante sus visitas al Pilar de Zaragoza, “pero no podía imaginar que fuera un lugar con tal misticismo, rodeado de una gran belleza natural, preciosa arquitectura, profunda piedad de la gente, pero sobre todo, con una gran fuerza de la llamada de la Virgen”, comentó. “Mi deseo sería que en la Galería de advocaciones marianas estuviera la imagen de una Virgen muy famosa del sur de la India, conocida como Ntra. Sra. de los Remedios, y a la que peregrinan muchos enfermos pero también personas de religión hindú, confesiones cristianas, etc.” explicaba Tripathi.

A titulo personal, Suryakanthi Tripathi, custodia medio centenar de tallas de la Virgen que expone sobre un altar en el edificio diplomático y al que dice acude mucha gente de la embajada para rezar. La razón es que “antes de llegar a España siempre he tenido mucha fe en la Virgen María y el Niño, porque para los hindúes la Madre es la verdadera representación de la divinidad”.

Su país es uno de los llamados a ser un gigante mundial en el siglo XXI; por su población, su crecimiento económico, su potencial tecnológico y su posición geoestratégica, entre la inmensa China y los grandes países musulmanes del Medio Oriente. Según la embajadora, la India “encierra grandes contrastes ya que en un nivel existe un crecimiento económico muy rápido, una tecnología de nivel puntero pero donde también hay cosas, como las infraestructuras o el sistema educativo, a un nivel muy primario”. La causa de que en su país se den tantas diferencias o incluso lleguen a tocarse los extremos, “se debe a tres grandes cusas”: la gran extensión de territorio, su elevado número de población y el sistema de toma de decisiones, “que es bastante complejo por que discutimos mucho sobre todos los aspectos”. Aun así, se muestra muy optimista y afirma que dichas deficiencias “como la gran pobreza en que viven muchas partes” serán subsanables porque “es una país al que no le falta esperanza”.

En cuanto a la imagen que ofrece nuestro país en el suyo, apunta que India no sabe mucho de España ni España de la India: “Creo que esto debería corregirse por ambas partes ya que podemos aprender y compartir muchas cosas el uno del otro”. Según algunas informaciones, desde hace tres años, se viene incrementado el intercambio entre ambas naciones a nivel político, económico, cultural y académico, “pero en comparación con el resto de países europeos todavía es muy poco lo que se viene haciendo”, observa. De hecho, señala que “hay más relación e intercambio a nivel cultural que económico o comercial, y para empezar ese intercambio hay que empezar por que los ciudadanos de ambos países se visiten para llegar a conocerse”.

La constitución india «reconoce el derecho a la libertad religiosa», sin embargo algunos grupos militantes fundamentalistas Hindú presionan para que se convierta en un estado confesional. En concreto, hay vigentes leyes llamadas «anti-conversión» de efecto restrictivo sobre el ministerio pastoral católico y que establece que la religión de una persona viene determinada por la de sus antecesores. “Es verdad que existe alguna presión del Estado pero dentro de este cuadro, donde se dan puntos de tens